El ladrillo se consolida como refugio frente a la incertidumbre

Frente a la volatilidad internacional causada por los aranceles de EE.UU., el sector inmobiliario argentino se consolida como refugio de valor

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En un contexto internacional marcado por la tensión comercial y la volatilidad de los mercados financieros, el sector inmobiliario argentino vuelve a destacarse como un activo sólido y confiable.

Mientras las medidas proteccionistas impulsadas por Estados Unidos generan incertidumbre global, economistas y referentes del real estate coinciden en que el ladrillo mantiene su fortaleza gracias a factores locales que lo desmarcan de las turbulencias externas.

Mercados en alerta: impacto financiero de los aranceles de EE.UU.

La decisión del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de implementar un paquete de aranceles a nivel global provocó fuertes caídas en las principales bolsas internacionales, un comportamiento errático del dólar y un incremento en los temores de una guerra comercial con consecuencias recesivas a escala global.

El economista Juan Carlos de Pablo explicó que este escenario de derrumbe generalizado responde a la incorporación de una elevada cuota de incertidumbre en la economía internacional. Señaló que la medida proteccionista del gobierno norteamericano surge como respuesta a los desequilibrios internos que enfrenta el país, entre ellos el déficit comercial, fiscal y de deuda.

El nuevo esquema arancelario establece un 10% de base para todas las importaciones, con aumentos adicionales en función del nivel de restricciones que cada nación imponga a los productos estadounidenses. En el caso de Argentina, De Pablo consideró que el impacto directo podría ser limitado, ya que existe un margen de negociación que permitiría reducir la tasa efectiva al 2,5%.

No obstante, advirtió sobre los efectos colaterales que una crisis financiera global podría tener en la economía local. En su análisis, si el conflicto se expande y toma dimensiones similares a la crisis de 2008, Argentina podría resultar afectada. 

Fortaleza del ladrillo frente a la tormenta global

Según Iván Ginevra, presidente de la Cámara Inmobiliaria Argentina (CIA), estas fluctuaciones internacionales evidencian la solidez del sector y su resiliencia ante shocks externos. En su visión, el ladrillo continúa siendo un refugio de valor en entornos inestables, debido a su dinámica local que lo protege de las turbulencias globales, algo que los inversores reconocen y valoran.

Damián Tabakman, presidente de la Cámara Empresaria de Desarrolladores Urbanos (CEDU), coincidió en esta interpretación y sostuvo que los antecedentes históricos refuerzan esta percepción. En momentos de crisis global severa, como ocurrió en 2008 con el colapso de las hipotecas subprime, muchos argentinos decidieron preservar su patrimonio en inmuebles ante la caída del sistema financiero. Según Tabakman, esa conducta vuelve a cobrar vigencia cada vez que los activos financieros muestran fragilidad o las monedas fuertes entran en crisis.

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Reacomodamiento geopolítico en clave comercial

El economista Diego Álvarez Espin aportó una visión centrada en la dimensión geopolítica del conflicto, al considerar que la intención de Estados Unidos no es mantener elevados aranceles de manera permanente, sino forzar una flexibilización generalizada del comercio internacional. Interpretó esta estrategia como una forma de presión para inducir a otros países a revisar sus propios esquemas arancelarios.

Respecto al impacto en el mercado inmobiliario argentino, señaló que si bien se trata de una industria global, las decisiones de inversión son eminentemente locales. La mayoría de quienes invierten, desarrollan o compran propiedades toman decisiones basadas en el comportamiento de la macroeconomía argentina, más allá del escenario internacional.

Estabilidad local y señales de reactivación en el sector

Álvarez Espin destacó el actual proceso de estabilización macroeconómica impulsado por el gobierno nacional y sostuvo que, si este orden se mantiene en el tiempo, podría habilitar un ciclo sostenido de crecimiento en la inversión privada. En su análisis, el orden macroeconómico que se observa en la actualidad no se registraba desde hace varios años.

A pesar del nerviosismo global, el sector inmobiliario argentino sigue un rumbo distinto. Según el economista, el mercado inmobiliario local avanza por una vía propia, desanclada del impacto de los cimbronazos financieros internacionales.

Este escenario se refleja en el aumento de la formación bruta de capital fijo, la reaparición del crédito y el fortalecimiento de los canales de financiamiento. Además, se observa una mayor disposición al riesgo por parte de personas y empresas, lo que refuerza la demanda dentro del sector. La combinación de estos factores consolida al ladrillo como uno de los activos más firmes dentro del panorama económico actual.